LA HISTORIA DETRÁS DE POLENINA

¿No lo sabes aún?

Mi abuelo Salvador me llamaba "Florecita", un apodo que, con el tiempo, se transformó en "Polenina". Ese nombre, lleno de cariño, me recuerda a esa niña que fui y a la mujer que soy hoy, que sigue floreciendo aunque se le caigan los pétalos.

Esta marca es mi homenaje a ese hombre tan importante en mi vida. Cada bolsa lleva un pedacito de su amor, la esencia de un apodo que se convirtió en una historia para llevar contigo.

¿TIENES ALGUNA DUDA?